viernes, 8 de noviembre de 2013

Curro Romero Inauguración de Tertulia y Trofeo Juan Belmonte

Una mañana soleada y de agradable temperatura, una cita, un lugar, un encuentro.
Se inaugura la Tertulia Taurina Juan Belmonte, el lugar Cañada Rosal, los invitados puntuales a su cita con los allí congregados, expectantes por el acontecimiento y los premiados.
Una espera que se torna en silencio cuando el Faraón de Camas, recorre los escasos treinta metros que separa la portada principal del lugar donde se encuentran los invitados, una sonora y cálida bienvenida en forma de aplausos que hacen sonreír a Maestro Curro Romero, tras eso, un silencio como en tarde de Maestranza, roto por las palabras de Juan Belmonte que de ágil manera indica “podéis hablar”.

Ya se encontraban entre los invitados otros de los Premiados, Los hermanos Miura y el periodista Taurino Emilio Parejo, a escasos minutos llega el torero revelación Manuel Escribano.

El párroco de la localidad ha bendecido la Tertulia en presencia de los asistentes y el Excmo. Sr. Alcalde D. José Losada, y dieron por inaugurada la Tertulia, donde el Maestro Curro Romero ha descubierto un azulejo. 

Ya con todos los componentes del cartel en el albero del recinto, comienza la entrega de Trofeos de la mano del periodista Emilio Trigo, que de forma magistral dibujo destellos de torería, lances de pellizco y remates de torero artista.

Si queremos tener una definición adecuada de Curro Romero, cual mejor que la que el propio maestro ha recordado en alguna ocasión. Se la realizó en su tiempo  Manuel Ramírez y quedó plasmada en la obra del maestro Antonio Burgos – al que también felicitamos por el galardón que recibió de manos de su Majestad la Reina Doña Sofía, está misma semana, el premio ‘Luca de Tena’:

"Unan temple y espantá, lamentos y miedos, almohadillas y arte, quejío y bronca, cima y sima, suspiro y hechizo, amores y odios, hojalatas y oros, locuras y apatía, calambres y pellizcos, infinito y cero, repeluco y aroma, esencias y maneras, andares y huída, grandeza y desconcierto, privilegio y maldición, luces y sombras, resplandores y agonía, emoción y magia, fantasmas y espinas, todo y nada, acabose y desgana, inspiración y veneno, sabor y gloria”.

Unánlo todo, exprímanlo en el pensamiento y quizás -ay- les saldrá un nombre: Curro; y un sentimiento: Romero.

Ya lo cantó otro genio, llamado Camarón: “Curro Romero, Curro Romero, eres la esencia, de los toreros”

¡Primer Trofeo Juan Belmonte’! a Curro Romero.

Subió y habló el Maestro Curro Romero, y nos contó una anécdota de Juan Belmonte al que le unía una buena amistad con su familia, recordemos que uno de los descendientes de Juan Belmonte, fue apoderado suyo.

“Toreaba el Maestro Belmonte y tras quince pases de muleta se disponía a matar el toro, en la grada unos aficionados le gritan, No lo mates, sigue. A lo que el Maestro Juan Belmonte, responde, si queréis más venid mañana”

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